¿Cuáles son las complicaciones psicológicas en enfermedades crónicas como la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII)?

Las enfermedades crónicas afectan de forma importante la salud mental y el estado emocional de las personas por el impacto que tienen en la calidad de vida. Factores como la incertidumbre sobre la evolución y el pronóstico de la enfermedad, las adaptaciones requeridas para afrontar las necesidades y limitaciones especiales, la carga económica asociada a terapias y medicamentos, las limitaciones generadas en el ámbito laboral y social, entre otros factores estresantes que alteran la vida del paciente, incrementan con el tiempo las tensiones y los pensamientos negativos , aumentando los sentimientos de ansiedad y tristeza, que con frecuencia llevan a la depresión (American Psychological Association, 2019).

En el caso de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal, como enfermedad crónica, el estrés juega un papel importante que podría estar mediado por el sistema nervioso autónomo y el eje hipotalámico-hipofisiario-adrenal, ya que estas vías nerviosas son parte del llamado "eje cerebro-intestino", que asocia la integridad y la función del sistema digestivo y del sistema nervioso central. En la Enfermedad Inflamatoria Intestinal se producen algunas alteraciones que afectan este eje, como el aumento de la permeabilidad intestinal, la translocación bacteriana (paso de las bacterias de la luz intestinal hacia los tejidos intestinales y torrente sanguíneo) y cambios en la red de citoquinas (proteínas fundamentales en la regulación de las respuestas inmunes-inflamatorias). Estas alteraciones tienen consecuencias en forma bidireccional: por un lado, hay un incremento en la incidencia de trastornos emocionales en la Enfermedad de Crohn y en la Colitis Ulcerativa en comparación con la población general, y por otro lado la depresión y la ansiedad influyen en el curso y la gravedad de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (Sgambato, Miranda, Ranaldo, Federico, & Romano, 2017).

En la práctica, es importante diferenciar entre una reacción emocional adaptativa, que es normal (tristeza, llanto, entre otros) y un trastorno depresivo/ansioso, que es patológico y requiere tratamiento por un profesional de salud mental. En el manejo de los pacientes con EII es necesaria una valoración integral que contemple no sólo lo físico, sino también los aspectos emocionales, ya que en algunos casos se puede presentar ideación suicida o alteraciones psiquiátricas relevantes que requieran la participación de un profesional en el área de la salud mental (Ginard & Ricart, 2009) .